Este martes se cumple un año de las suspendidas elecciones municipales del 2020
La votación fue suspendida a las 11.11 minutos de la mañana de ese domingo, cuatro horas después de que se abrieran los colegios electorales, en momentos que había largas filas ante los centros de votación en Santo Domingo y en las otras 17 ciudades que se trataba de implementar este sistema.
La suspensión fue inédita en un país que había gozado de estabilidad en las últimas décadas y que, al margen de las habituales denuncias de fraude, celebraba elecciones regularmente desde 1966.
Los comicios iniciaron pese a que los problemas técnicos fueron constatados por las autoridades electorales en la noche del sábado y comunicados a los partidos políticos y a los observadores internacionales.
La falla técnica provocó que no aparecieran todos los partidos o candidatos en la pantalla de las máquinas de votación, lo que generó airadas críticas de las fuerzas políticas afectadas en las primeras horas del día.
A pesar de conocer los errores, la Junta Central Electoral (JCE) no decidió interrumpir el proceso hasta que se constató que los fallos se produjeron de forma generalizada en aquellas circunscripciones en donde se usaba el voto automatizado.
La suspensión de las votaciones causó un torrente de acusaciones cruzadas entre los principales partidos políticos y un aluvión aún mayor de críticas hacia la autoridad electoral.
El líder en ese momento del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el actual presidente de la República, Luis Abinader, afirmó que la suspensión de los comicios era un grave atropello a los derechos democráticos” de los ciudadanos, lo que desemboca en una “grave crisis institucional”.
En tanto que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), formación del presidente, Danilo Medina, aseveró que se produjo un “sabotaje” en las máquinas de votación y acusó de participar en él a “sectores internos” del organismo electoral.
Aunque no acusó abiertamente a la oposición de ser responsable del presunto sabotaje, el presidente del PLD, Temístocles Montás, sí sostuvo que los opositores fueron los principales beneficiarios del mismo.
Del mismo modo, arremetió contra Abinader por “presionar” a la Junta para que suspendiera las elecciones y acusó a la oposición de haber desacreditado el sistema de voto automatizado desde que se puso en prueba.
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