La retirada de Estados Unidos desata el miedo a una guerra civil en Afganistán
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció esta semana su intención de retirar a sus cerca de 3.500 efectivos de Afganistán tras revisar durante semanas el histórico acuerdo alcanzado entre Washington y los talibanes en febrero del año pasado en Doha.
Los aliados de la OTAN retirarán también a sus cerca de 7.000 tropas a partir del próximo 1 de mayo.
Ambas decisiones llegan mientras las tropas afganas, tras dos décadas de conflicto con la formación insurgente, se esfuerzan por mantener sus posiciones a pesar de las constantes bajas.
Los talibanes no controlan ninguna de las 34 capitales de provincia, pero el grupo ha sido capaz de reducir al 53,8 % el control del Gobierno sobre el territorio nacional, según los últimos datos disponibles de las fuerzas estadounidenses publicados en enero de 2019.
Los insurgentes controlan directamente el 12 % del territorio, principalmente en áreas remotas y poco pobladas, mientras el resto del país se considera territorio en disputa.
GUERRA CIVIL Y NUEVAS HOSTILIDADES
Ante este escenario, las recientes proclamas de varios comandantes ex muyaidines o antiguos señores de la guerra de combatir a los talibanes por su cuenta, si la formación insurgente intensifica las hostilidades, ha desatado el temor a una guerra civil.
"Tenemos a un montón de antiguos comandantes yihadistas dentro y fuera del sistema gubernamental que están listos para defender a su gente ante una vuelta de los talibanes", dijo a Efe un analista político que trabaja para el Gobierno, y que pidió el anonimato.
El líder de la etnia hazara y antiguo señor de la guerra Mohammad Mohaqiq, con influencia en el centro del país asiático; Ismail Khan, hombre fuerte en el oeste afgano; y varias milicias antitalibanas influyentes en el norte han anunciado en las últimas semanas estar listos para un enfrentamiento.
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